viernes, 14 de enero de 2011

Las turbinas eólicas mejoran las cosechas


Las gigantescas aspas de molino sobre los campos de cereales, además de generar energía, ayudan a los cultivos a mantenerse más frescos y secos y mejoran su capacidad de absorber del aire y el suelo el CO2 necesario para su crecimiento. Esta es la primera conclusión de un estudio estadounidense sobre el impacto de las turbinas eólicas sobre tierras cultivadas.

En primer lugar, los aerogeneradores crean un microclima cuantificable en torno a las plantaciones. Producen un efecto baño sobre los cultivos gracias al flujo de aire que causan. “Nuestro medidor láser puede detectar una hermosa pluma de turbulencia creciente que persiste hasta un cuarto de milla bajo la turbina “, apunta Julie Lundquist, profesora del departamento de ciencias atmosféricas y oceánicas de la Universidad de Colorado.

“La turbulencia resultante de las turbinas de viento puede acelerar los procesos naturales de intercambio entre las plantas y la atmósfera baja”, asegura Gene Takle, experto en meteorología agrícola. Esto se traduce en que en días de sol y calor los cultivos se mantienen más frescos, mientras que en las frías noches las temperaturas se mantienen más cálidas en el entorno gracias a las turbulencias de los molinos eólicos.

En este sentido, las consecuencias también serían positivas en primavera y en otoño, ya que la circulación del aire de los aerogeneradores, aparte de mantener temperaturas más cálidas, también ayudará a evitar las heladas. “Las turbinas de viento podrían evitar las heladas tempranas de otoño y extender la temporada de crecimiento”.

Otras ventajas de las turbinas eólicas son sus efectos sobre los niveles de humedad de los cultivos. La turbulencia extra ayuda a secar el rocío depositado sobre las plantas y minimiza las posibilidades de que hongos y toxinas crezcan. Además, este secador de cultivos reduce a los agricultores el costo del secado artificial de la cosecha de maíz o soja.

“Cuando se piensa en un verano con una serie de días por encima de 40º, la turbulencia extra de las turbinas de viento puede ser útil. Si las aspas pueden bajar la temperatura por debajo de 37º supone una gran ayuda para los cultivos”.

Vía: Reenergiza

Cañamo para la construcción ecológica

El cáñamo, lejos de hundirse en los ámbitos de la droga, es utilizado para muchísimas más cosas de gran utilidad, como pueden ser la ropa, instrumentos musicales, muebles, papel, cuerda, carburante, fertilizante, en alimentación, higiene, medicina y algunas más. Últimamente se viene utilizando también para como material para la construcción sostenible.

Debido a sus propiedades, barato, duradero, eficiente energéticamente, no tóxico, resistente al moho, libre de plagas y resistente a las llamas, es una opción casi perfecta para construir hogares, por ello en toda Europa ya se han construido decenas de casas de cáñamo, proporcionando una alternativa ecológica a los materiales de construcción usuales.

Las paredes de cáñamo respiran. La elaboración de ladrillos a partir de este material es sencilla y de bajo coste. Sólo hay que moler los tallos y mezclarlos con cal y agua para lograr una pasta que al endurecerse es tan fuerte como el hormigón y que también permite fabricar baldosas para el suelo. El resultado es una vivienda bien aislada durante todas las estaciones del año, lo que reduce considerablemente la factura de la luz.

Con todo, el cáñamo podría convertirse en el material de construcción a gran escala. Algo que eliminaría de nuestras viviendas sustancias dañinas como el amianto, el plomo, el arsénico o el formaldehído presentes en los materiales habituales y que afectan negativamente al medio ambiente y a la salud. Además, el cáñamo es fácil de cultivar, requiere poca agua y absorbe buena cantidad de dióxido de carbono, lo que lo convierte en gran aliado en la lucha contra los gases de efecto invernadero.

Al parecer todas son ventajas, habría que estudiarlo con más detenimiento, pero esta claro que puede ser una gran opción de cara al futuro.

Vía: Ecogaiga