sábado, 20 de febrero de 2010

'Huella' medioambiental de las grandes empresas mundiales



El coste total de la contaminación y otros daños atribuibles a las mayores empresas del mundo superara los 2.2 billones de dólares al año, según un estudio encargado por Naciones Unidas.

Los autores del estudio, llevado a cabo por la consultoría Trucost y que se publicará este verano, afirman que los daños medioambientales de esas compañías equivaldrían a entre un 6 y un 7% de su producción total o a un tercio, como media, de sus beneficios. Asimismo, calculan que en 2008 estos daños superaron en valor al de la mayor parte de las economías nacionales de todos los países del mundo (con la excepción de siete países).

El informe, citado este viernes por el diario 'The Guardian', incide en la preocupación creciente del mundo ante el hecho de que no se hace a nadie responsable de los abusos contra el medioambiente.

El Programa de Medio Ambiente de las Naciones Unidas y la iniciativa bautizada como 'Principios para Inversiones Responsables', apoyada también por la ONU, encargaron un estudio de las actividades de las 3.000 mayores empresas del mundo.

Emisiones de gases invernaderos

El mayor impacto fue el de las emisiones de gases de efecto invernadero, que representan más del 50% del total de daños.

El sector más "dañino", con mucho, resultó ser el de las compañías de servicios, como las proveedoras de gas, electricidad o agua.

Después de las citadas compañías de servicios, los dos sectores con mayor impacto negativo en el medio ambiente fueron la minería, la explotación forestal y la químico-farmacéutica.

Los cuatro sectores de menor impacto fueron las telecomunicaciones, sanidad, la tecnología y los servicios financieros.

Los daños de unos y otros sectores son de naturaleza distinta: la minería y otras industrias similares contribuyeron significativamente a las emisiones de gases invernadero. En el caso de los productores de bienes de consumo, sobre todo bebidas y alimentos, el daño principal viene de su uso exagerado de las reservas de agua, seguido de los gases invernadero y la contaminación por el uso de fertilizantes y pesticidas.

"Los mercados dirán que las compañías terminarán adaptándose. Pero no es sostenible la posición de que vamos a hacer de momento la vista gorda y esperar a que los gobiernos se ocupen de ello", critica Richard Martison, director de Trucost, la empresa que llevó a cabo el estudio y analizó los datos.

Via: El Mundo