miércoles, 27 de enero de 2010

La basura espacial aumentó un 20%


La contaminación no son sólo asunto de nuestro planeta verde, si no que cada vez lo es más del vasto espacio, sobre todo del que tenemos más cerca. Alrededor de la Tierra, la basura espacial aumentó, en 2009, un 20% respecto al año anterior, lo que podría suponer dificultades a la hora de emprender futuras misiones espaciales.

Solemos nombrar con el término basura espacial a todos aquellos elementos que orbitan alrededor de la Tierra en diferentes órbitas, provocados por los restos de instrumentos desechados por el ser humano, desde cohetes hasta lanzadores, o bien piezas de estos. Ya el año pasado la basura espacial supuso un problema para las misiones espaciales:

El Atlantis subió el año pasado a reparar el telescopio espacial Hubble y se habló de una probabilidad de que sufriera daños causados por la basura espacia. Tanto es así que se dispuso al Endeavour en la lanzadera por si tenía que realizar una labor de rescate.

Curiosamente, no es Estados Unidos el país que más basura lanza al espacio, si no Reino Unido y los países formados por la Commonwealth. Eso sí, Estados Unidos le sigue y, de cerca, China. La Agencia Espacial Europea es la que menos contamina.

Las agencias espaciales rastrean estos componentes para controlar y predecir cuándo y dónde caerá un objeto sobre la Tierra, además de informar a la NASA sobre posibles riesgos que podría correr la Estación Espacial Internacional.

Los embalses, a casi el 70 por ciento de su capacidad



Si hace poco más de dos meses, a mediados de noviembre del año pasado, los embalses estaban a poco más del 40 por ciento de su capacidad, hoy están al 68,91 por ciento gracias a las lluvias de las últimas semanas.

Es decir, hay 37.421 Hm3 de agua embalsada –de una capacidad máxima cercana a los 55.000 Hm3– que son 10.000 Hm3 más que en la misma semana del año pasado (2009) y más de 7.000 Hm3 sobre la media de los últimos 10 años.

Estas cifras ahuyentan el riesgo de sequía a nivel nacional, aunque no en las cuencas del Júcar y del Segura, que se encuentran por debajo del 40 por ciento.

Via: Eco Microservicios